martes, 13 de diciembre de 2011

TIENES QUE SER MUY INTELIGENTE

Hay una historia de un hombre que vivía a la orilla de un camino y vendía perros calientes.  No tenía radio, ni televisión, no leía periódico, ni sabía nada de Internet; pero hacía y vendía buenos perros calientes. Solo se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba cartelones de propaganda por el camino; ofrecía sus productos en voz alta y el pueblo le compraba. Las ventas fueron aumentando y por eso empezó a comprar el mejor pan y las mejores salchichas. También le fue necesario comprar un carrito más grande para atender a la creciente clientela porque el negocio prosperaba. Sus perros calientes eran los mejores de la región. Venciendo su situación económica pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar economía en la mejor universidad del país.
Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que el papá continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él: “Papá usted no escucha la radio, usted no ve televisión, usted no lee los periódicos, usted ni sabe de Internet. Hay una gran crisis en el mundo y la situación de nuestro país es crítica. El que no se mueva va a quebrar”. Después de escuchar las consideraciones de su hijo estudiado, el padre pensó:
“Si mi hijo es economista, lee periódicos, ve televisión, sabe de Internet, entonces solo puede tener la razón….” Con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más barato (más malo) y comenzó a comprar las salchichas más baratas (las peores) y para economizar dejó de hacer sus cartelones de propaganda.
Abatido por la noticia de la crisis ya no ofrecía sus productos en voz alta. Tomadas todas esas preocupaciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insostenibles, hasta que el negocio de perros calientes del viejo que antes generaba recursos hasta para que el hijo estudiara economía, quebró.
Entonces el padre muy triste, se dirigió a su hijo con estas palabras: “Hijo, tenías razón, estamos en medio de una gran crisis” y le comentó orgulloso a sus amigos: “Bendita sea la hora que envié a mi hijo a estudiar economía; el me avisó de la crisis… Si no hubiera sido por él, quién sabe qué hubiera pasado.”
Puede ver que nuestras elecciones determinan nuestro destino, este hombre decidió comportarse con un espíritu recesivo, conformista y perdió. En  temporada de crisis  no hay que dejarse vencer por el miedo hay que ser creativos como los padres de Moisés que se prepararon y lo llevaron a ser príncipe de Egipto. No llenes tu mente de pensamientos negativos, no te autolimites, no caigas en pánico, llénate de fe y esperanza.
“Si piensas que tus problemas tienen solución estás en lo cierto, pero si piensas que no tienen solución también lo estás.”
Es tiempo de levantarte como David para vencer al gigante Goliath que se levanta en contra de tu vida, tu matrimonio, tus finanzas, tus negocios o cualquier otro gigante que produzca crisis. Confía en Dios, El es el único que puede darte la victoria. No te dejes llevar por las crisis, pues no duran para siempre, ellas son las oportunidades para aprender y crecer.
Hoy es el mejor día para desarrollar tu imaginación, creatividad ante las crisis, comenzar a ver y escuchar oportunidades. Dios tiene grandes cosas para ti, pero eres tu quien elige seguir en el desierto o entrar a la tierra prometida.
En amor y liderazgo,