martes, 12 de noviembre de 2013

Adelanta tu Jubilacion !!!!!! SOLO PARA VISIONARI@S !!!!

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domingo, 19 de mayo de 2013

La Educación Financiera ¿sera necesaria?


Esta es una excelente pregunta, cuya respuesta solo una pequeña porción de la población mundial la tiene. Por otro  lado, hay personas que no tienen ni la menor idea del tema.
En mis reuniones de negocios, es una pregunta de rigor, empezamos con la pregunta ¿Cuál es su mayor problema?, la respuesta es ¡la falta de dinero!, si es su problema la falta de  dinero, ¿Qué haría con $20,000.00 dólares?, y responden, bueno  yo pagaría algunas de mis deudas, compraría ropa nueva para mí y mi familia, compraría un televisor plasma, viajaría a un lugar al cual siempre quise ir, etc. Esto es una muestra de la falta de EDUCACIÓN FINACIERA de la cual carecemos el 95% de la población mundial. Es penoso saber que la población en su mayoría esta endeudada con 18 meses de su sueldo, debido a la falta de conocimiento de cómo manejar sus finanzas personales.
Según Robert Kiyosaky, autor del libro Padre Rico Padre Pobre, el cuadrante del flujo de dinero, entre otros, existen tres clases de educación: Educación Académica, Educación Profesional y Educación Financiera, el 95% de la población a nivel mundial contamos con las dos primeras, pero el restante 5% cuenta con la ultima, la Educación Financiera, eso explica porque los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres.
Este tema sobre la EDUCACIÓN FINANCIERA es apasionante, cuando empezamos a interesarnos en esta clase de educación descubrimos, los errores más comunes que cometemos cuando se trata del manejo del dinero, decimos que ese es nuestro mayor  problema pero no hacemos nada al  respecto de investigar la forma de PRODUCIRLO, CONSERVARLO Y HACERLO TRABAJAR PARA NOSOTROS, como decía JIM RHOM, filosofo americano, si no cambias nada cambia, si usted quiere aprender  a manejar su dinero, comience haciendo buenas inversiones, y seguro me dirán ¿Cómo voy a invertir si no tengo dinero?, la verdad es que debemos comenzar a invertir lo que todos tenemos, y en abundancia, eso es el tiempo, invirtamos en leer buenos libros de educación financiera busquemos blogs  donde hay mucha información, pero como decía un experto, NO PERMITAS QUE EL CONOCIMIENTO TE CONDUZCA  A LA SABIDURÍA, porque hay  muchos sabios ya, PERMITAMOS QUE EL CONOCIMIENTO NOS CONDUZCA  A LA ACCIÓN, ese es el punto, todos sabemos lo que tenemos que hacer, pero solo una pequeña minoría entra en acción, hay tres clases de personas: los que esperan que algo pase, los que sueñan con que suceda, y los que hacen que las cosas sucedan, y la pregunta es ¿Dónde se encuentra usted?, esa es una respuesta que solo uno mismo la sabe y de acuerdo a esto en nuestra situación financiera.
La Educación Financiera junto al desarrollo personal, son siameses, inseparables, alguien dijo: trabaje más en usted que en su trabajo, porque está comprobado que debe de existir un equilibrio en las vidas de las personas; esto es, en loMENTAL FÍSICO Y ECONÓMICO   si no estamos equilibrados, pagaremos caro nuestro descuido, porque  es más barata la disciplina que el arrepentimiento, la disciplina cuesta centavos, en cambio el arrepentimiento nos cuesta una fortuna.
Los invito a interesarse por los temas económicos y a prepararse y tomar acción, pero YA, ahora, no esperemos a tener 80 años y tener que arrepentirnos de no haber considerado estos temas, les aseguro  que nuestras realidades  se hallaran muy distantes las unas de las otras, de tomar acción y esperar a ver si el gobierno hace algo por nosotros. Como decía John F. Kennedy, no digas que ¿puede hacer  el país por mí?, debes decir ¿Qué puedo hacer yo por mi país?, es solo una cuestión de lenguaje pero con resultados muy diferentes. 
Espero tener sus comentarios. Éxitos a todos.

viernes, 10 de mayo de 2013

EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA(CONTINUACION)



Así que me fui a Nippur y me hice cargo de sus posiciones que eran muy grandes. Yo estaba lleno de ambición. Y debido a que había dominado las tres leyes del manejo exitoso de la riqueza, estuve capacitado para aumentar grandemente  el valor de sus propiedades. Así prosperé mucho, y cuando el espíritu de Algamish partió para la esfera de la oscuridad yo compartí su terreno, como él había arreglado ante la ley.
Así hablo Arkad, y cuando hubo terminado su cuento, uno de sus amigos dijo:
-Tú fuiste ciertamente muy afortunado de que Algamish te hiciera un heredero.
-Afortunado únicamente en que yo tenía el deseo de prosperar antes de conocerlo. ¿Pues  no probé por cuatro años mi definitivo propósito de ahorrar un decimo de todo lo que ganaba? ¿Llamarías suertudo a un pescador que por años  ha estudiado los hábitos de los peces  y que con cada cambio  de viento pudiera echar sus redes  sobre ellos? La oportunidad  es una arrogante diosa que no desperdicia tiempo con aquellos que no están preparados.  
-Tú tuviste mucha fuerza de voluntad después  de que perdiste tus ahorros del primer año. Tú eres único en esa forma- dijo otro.
-¡Fuerza de voluntad! – Protesto Arkad-, ¡Que disparate! ¿Crees que la  fuerza de voluntad da a un hombre la fuerza de levantar un bulto que un camello  no puede cargar, o empujar una carga que los bueyes no pueden mover? La fuerza de voluntad es el invariable propósito de llevar una tarea, que tú mismo te impusiste hasta tu inclinación. Si me impongo una tarea, así sea la más frívola, yo la término. ¿De que otra manera  tendría confianza  en mí mismo para hacer cosas más importantes? Si me dijera a mi mismo: “Por cien días conforme cruce el puente de la ciudad, recogeré un guijarro del camino y lo arrojare a la corriente”, yo lo haría. Si al séptimo dia pasara sin acordarme, no me diría: “Mañana arrojare dos guijarros, lo cual será lo mismo “En lugar de eso regresare y arrojare el guijarro.
Tampoco el vigésimo día me diré: “Arkad esto no tiene caso; ¿en qué te beneficias en arrojar un guijarro cada día? Arroja un puñado y termina con eso”, No, yo no diría eso ni lo haría. Cuando me impongo una tarea, la termino. Por lo tanto, me cuido de no participar en  tareas difíciles o imprácticas, porque adoro la holganza.
Entonces otro amigo hablo y dijo:
-Si lo que dices es verdad, y parece razonable lo que dices, entonces sería tan simple….Pero si todos los hombres lo hicieran así, no habría suficiente riqueza.
-La riqueza crece donde quiera que los hombres ejercen energía-replico Arkad-. Si un hombre rico se construye un nuevo palacio, ¿se va el dinero que paga? No, el fabricante de ladrillos tiene una parte de  él. y el artista tiene otra parte de él. Y todos los que trabajan en el palacio tiene una parte de él. Incluso cuando el palacio este terminado, ¿No vale todo lo que costo? Y el terreno sobre el cual se construyo, ¿no vale más debido a el? La riqueza crece en formas mágicas. Ningún hombre puede profetizar sus límites. Los fenicios ¿no han construidos grandes ciudades en costas estériles, con la riqueza que viene en sus barcos de comercio marítimo?
-Entonces, ¿que nos aconsejas que hagamos, para que nosotros también podamos hacernos ricos?- pregunto otro de sus amigos- Los años han pasado, ya no somos jóvenes, y no tenemos nada que guardar.
-Yo les aconsejo que tomen la sabiduría de Algamish y se digan: una parte de todo lo que gano es mía para ahorrarla. Díganlo en la noche. Díganlo a cada hora, cada día. Díganse esto a ustedes mismos hasta que las palabras se destaquen como letras de fuego a través del cielo. Impresiónense con la idea. Llénense con este pensamiento. Luego tomen cualquier porción  que les parezca razonable. Que no sea menos de la decima parte. Y ahórrenla. Arreglen sus otros sus gastos  para hacer esto posible. Pero ahorren esa porción primero. Pronto se darán cuenta de que  rico sentimiento es poseer un tesoro sobre el  cual únicamente ustedes  pueden disponer. Conforme crezca, los estimulara. Una alegría de vida los emocionara. Desarrollaran mayores esfuerzos para ganar más.
Pues con sus ganancias aumentadas ¿no será el  mismo porcentaje también de ustedes, para ahorrarlo?
Luego aprendan a hacer que sus tesoros trabajen para ustedes. Háganlos sus esclavos, hagan de sus hijos  y los hijos de sus hijos trabajen para ustedes. Aseguren un ingreso para el futuro. Observen a los ancianos y no olviden que vendrán los días en que ustedes también serán como ellos. Por lo tanto, inviertan sus tesoros con gran precaución, para que no los pierdan.
Las tasas usureras de reembolso son engañosas  sirenas que cantan para atraer a los incautos contra las rocas de perdida y remordimiento.

miércoles, 8 de mayo de 2013

EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA 4 (CONTINUACION)



Si usted tiene la inteligencia de apresar la verdad que hay en este libro. Una parte de todo lo que ganes es tuya para ahorrar.
No deberá ser menos de una decima parte, no importa que tan poco ganes. Puede ser tanto como tú te lo puedes permitir. Págate tu primero. No compres del sastre y del zapatero más de lo que puedes pagar del resto, y todavía deja suficiente para comida, caridad y penitencia para Dios.
Y agrego:
La riqueza, como un árbol. Crece de una pequeña semilla. La primera moneda que ahorras  es la semilla  de la cual tu árbol de riqueza crecerá. Y entre más fielmente  lo nutra y lo riegues con constantes ahorros, mas pronto podrás descansar plácidamente bajo su sombra.
Y diciendo eso, tomo sus tablillas y se alejo
Pensé mucho acerca de lo que me había dicho, y me pareció razonable. Así que decidí intentarlo. Cada vez que se me pagaba tomaba una de cada diez monedas de cobre y la escondía. Y extraño como podría parecer, no estaba más corto de fondos que antes. Note poca diferencia a medida que  conseguía pasármela sin ella. Pero a menudo estaba tentado conforme mi caudal comenzaba a crecer, de gastarlo en alguna de las buenas cosas que los comerciantes exhibían, traídas de muy lejos. Pero sabiamente me reprimí.
Pocos meses después, Algamish regreso  y me dijo:
-Hijo.  ¿Te has  pagado  a ti mismo no menos de una decima parte de lo que has ganado el año pasado?
Yo conteste orgullosamente:
-Sí, maestro, así lo he hecho.
-Eso está muy bien- me contesto alegremente. ¿Y qué has hecho con ello?
Se lo he dado a Azmur, el fabricante de ladrillos, quien me dijo que, estaba viajando por los lejanos mares y que en Tiro el me compraría joyas raras de los fenicios. Cuando regrese las venderemos a un alto precio y dividiremos las ganancias.
-Cada tonto debe aprender-gruño- Pero ¿Por qué confiase en el conocimiento de un ladrillero acerca de joyas? ¿Irías con el panadero para preguntarle acerca de las estrellas?
No, por mi túnica, irías con el astrologo, si tuvieras el poder de pensar. Tus ahorros se fueron, joven. Has arrancado de raíz tu árbol de la riqueza. Pero planta otro. Inténtalo de nuevo. Y la próxima vez  si quieres consejo acerca de joyas, ve con el joyero. Si quieres saber la verdad acerca  de las ovejas, ve con el pastor. El concejo es una cosa que se da gratis, pero observa de tomar solamente el que vale la pena. El que toma consejo acerca de sus ahorros de uno que es inexperto en tales asuntos, pagara con sus ahorros para probar la falsedad de sus opiniones.
Diciendo esto se alejo
Y fue como el dijo, pues los fenicios eran sinvergüenzas y vendieron a  Azmur cuentas de vidrio sin valor que se veían como gemas. Pero- como Algamish me había dicho- otra  vez ahorre la decima parte, pues ahora había formado el habito y ya no me resulto muy difícil.
Otra vez, doce meses más tarde, Algamish llego al cuarto de los escribientes y se dirigió a mí:
-¿Qué progresos has hecho desde la última vez que te vi?
-Me ha pagado fielmente- le conteste- y mis ahorros los he confiado a Agger, el fabricante de escudos, para comprar bronce, y cada cuatro meses me paga los intereses.
-Eso está muy bien. ¿ Y qué haces con los intereses?
-Me doy un gran festín con miel, buen vino y pastel de especies.
También me compre una túnica escarlata. Y algún día me comprare un burro joven sobre el cual montare.
De lo cual Algamish  se rio:
-Tú te comes los hijos de tus ahorros. Luego ¿Cómo esperas que ellos trabajen para ti? Primero consigue un ejército de esclavos dorados y luego muchos ricos banquetes podrás disfrutar sin remordimiento.
Y diciendo esto otra vez se fue.
No lo volví a ver durante dos años. Cuando retorno, su cara estaba llena de profundas arrugas  y sus ojos hundidos, pues se estaba haciendo muy anciano. Me dijo:
-Arkad ¿ya has conseguido la riqueza que soñabas?
Yo conteste:
-Todavía no toda  la que deseo; pero tengo algo y ella gana más, y sus ganancias ganan más.
-¿Y todavía tomas consejos de ladrilleros?
-Referente a fabricar ladrillos, me dan muy buenos consejos-conteste.
-Arkad- continuo-, has aprendido tus lecciones muy bien. Primero aprendiste a vivir con menos de lo que ganas. Después aprendiste a buscar consejo de aquellos que son competentes, a través de su propia experiencia, para dártelo. Y últimamente has aprendido a hacer que el oro trabaje para ti. Has aprendido por ti mismo como conseguir dinero, como conservarlo y como usarlo. Por lo tanto, eres competente para una posición  responsable. Me estoy haciendo viejo. Mis hijos piensan solamente en gastar y nada de ganar. Mis intereses son grandes y temo que no los podre cuidar. Si tú fueras a Nippur y cuidaras mis tierras allí, te haría mi socio y compartirías mis terrenos.
ANALIZA TU VIDA Y PREGUNTATE SI NO HAY ALGO FAMILIAR CON ESTA HISTORIA..

martes, 7 de mayo de 2013

EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA 3



 Siendo- como ustedes saben- el hijo de un humilde comerciante, uno de una gran familia   sin esperanza de una herencia, y no siendo dotado- como ustedes francamente lo han dicho- con poderes superiores o sabiduría, decidí que si iba a conseguir lo que deseaba, se iba a requerir tiempo y estudio.  Por lo que respecta al tiempo, todos los hombres lo tienen en abundancia. Cada uno de ustedes ha dejado escapar el tiempo suficiente para hacerse ricos. Incluso ustedes lo admiten, no tienen nada que mostrar excepto sus buenas familias, de las cuales pueden estar justamente orgullosos. Por lo respecta al estudio. ¿No nos enseño  nuestro sabio maestro que el aprendizaje  era de dos clases?, Una eran las cosas que  aprendemos  y sabemos, y la otra el adiestramiento que nos enseña a  averiguar  lo que no sabemos. Por lo tanto decidí averiguar cómo podría acumular riqueza, y cuando lo hubiera averiguado, hacer de esto  mi tarea y hacerla bien. Pues ¿no es sabio que disfrutemos mientras vivamos en la brillantez de la luz del sol, ya que suficientes  penas descenderán sobre nosotros cuando partamos a la oscuridad del mundo del espíritu?
Encontré empleo como escribiente en el corredor de los  grabadores, y por largas horas  todos los días trabajaba  sobre las tabillas de arcilla. Semana tras semana y mes tras mes, yo trabajaba y, no obstante mis ganancias no tenían nada que mostrar. La comida, la ropa y la penitencia  a los dioses, y otras cosas que no puedo recordar, absorbían todas mis ganancias. Pero mi determinación no me dejo.
Y un día  ALGAMISH, el prestamista, vino al taller de grabados de mi maestro y ordeno una copia de la Novena Ley y me dijo:
-Debo tener esto en dos días, y si la tarea se hace en ese tiempo, te daré dos peniques.
Así que trabaje duro, pero la Ley era larga; y cuando Algamish regreso, la tarea estaba incompleta. Se enojo mucho, y si hubiera sido su esclavo, me hubiera golpeado. Pero sabiendo que mi maestro  no le permitía golpearme, yo no tenía miedo, así que le dije:
Algamish, tu eres un hombre muy rico. Dime como puedo ser rico yo también, y toda la noche  grabare sobre la arcilla; y cuando el sol salga, estará terminada.
Sonrió  y me  replico:
Eres un pícaro descarado, pero haremos ese trato.
Toda la noche grave, aunque me dolía la espalda y el olor del pabilo hizo que me doliera la cabeza, casi hasta que mis ojos no pudieron ver. Pero cuando el regreso, a la salida del sol, las tabillas estaban terminadas.
Ahora- dije- cumple lo que me prometiste.
Tú- has completado tu parte de nuestro trato, mi hijo- me dijo amablemente- y yo estoy listo  para completar la mía.  Te diré estas cosas que deseas saber porque me estoy haciendo viejo, y a una lengua vieja le gusta moverse. Y cuando la juventud viene a la vejez por consejo, recibe la sabiduría de los años. Pero también, a menudo la juventud  cree que la vejez sabe solamente  la sabiduría de los días que se fueron y por lo tanto no los beneficia. Pero recuerda esto: el sol que brilla hoy es el sol que brillo  cuando tu padre nació, y aun estará brillando cuando tu último nieto  pase a  la oscuridad. Los pensamientos  de la juventud son luces brillantes que destellan como los meteoros que hacen brillar al cielo; pero la sabiduría de la vejez es como, las estrellas, fijas que brillan tan constantemente que los marineros pueden depender de ellas  y gobernar su curso. Graba bien mis palabras, pues si no lo haces fallaras en apresar la verdad que voy a decirte  y pensaras que el trabajo de anoche ha sido en vano.
Entonces me miro astutamente desde debajo de sus hirsutas cejas y me dijo en un tono bajo y forzado:
Encontré el camino a la riqueza cuando decida  que una parte de todo lo que ganaba  era mía para ahorrarla. Y así también lo deberás hacer tú. 
Luego continúo observándome  con una mirada que yo podía sentir  que me preguntaba, pero no dijo nada más.
¿Eso es todo?- pregunte.
Eso fue suficiente para transformar el corazón de un pastor en el  corazón de un prestamista-contesto.
Pero todo lo que gano es mío, ¿no es así? –replique.
¡Qué va! Contesto- ¿No le pagas al sastre? ¿No pagas por todo lo que comes? ¿Puedes vivir en Babilonia sin gastar? ¿Qué tienes que mostrar de tus ganancias del mes pasado? ¡Loco! Les pagas a todos menos a ti mismo. Estúpido,  trabajas para otros. Además eres un esclavo y trabajas para que tu empleador te dé  de comer y vestir. Si tú ahorras para ti una decima parte de todo lo que ganas, ¿Cuánto tendrías en diez años?
Mi conocimiento de los números no me abandono y conteste:
-Tanto como lo que gano en un año.
-No dices más que la mitad de la verdad- replico- Cada pieza de oro que tu ahorras es un esclavo que trabaja para ti. Cada moneda que se agrega  es su hijo, que también puede ganar para ti. Si tú llegaras a ser rico, entonces todo lo que ahorras debe aumentar, y los hijos de tus ahorros deben aumentar, pues todo puede ayudar a darte la abundancia que tú anhelas.
Esto representa una gran verdad que debemos observar, todos los que estaos interesados en mejorar nuestra economía.

martes, 23 de abril de 2013

EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA(2) CONTINUACION



Esta es la historia de Bansir, un constructor de carruajes de  Babilonia, y su amigo Kobbi, el músico.  Ambos cansados de su miseria se preguntaron, ¿Por qué  no podemos conseguir  dinero, más que lo suficiente  para comida y ropa.
Pensaban, también, en  sus hijos  ¿no estaban siguiendo la huella de sus padres? ¿Necesitan ellos y sus familias y sus hijos vivir toda su vida en medio de tales tesoros y no obstante, como ellos, contentarse con banquetear con deliciosos manjares?
Estos hombres,  como la gran mayoría de nosotros,  trabajaban desde muy temprano y hasta muy entrada la noche, trabajaban lo mejor que podían, deseando, de todo corazón, que algún día la diosa fortuna  reconozca sus necesidades  y les concedieran gran prosperidad. Esto nunca ocurría. También reconocieron que eso nunca pasaría. Por  lo tanto se hallaban tristes.
Deseaban ser ricos. Deseaban poseer propiedades inmobiliarias, tener ropa fina y dinero en el bolsillo. Estaban dispuestos a trabajar por esas cosas, con todas sus fuerzas de su ser, con todas  las habilidades de sus manos, con toda la sagacidad  de su mente; pero también  que sus trabajos sean justamente recompensados. ¿Qué pasaba con ellos? Se preguntaban  ¿Por qué no tenían la justa participación  de las cosas buenas, tan copiosas para aquellos que tenían dinero con el cual comprarlas?
¡Querían saber la respuesta! Porque, no deseaban continuar año tras año viviendo vidas de esclavos. ¡Trabajando, trabajando, trabajando! Sin conseguir nada.
Entonces se preguntaron si podrían averiguar como otros conseguian el dinero y hacer lo que ellos hacían. Pensaban tal vez haya algún secreto que podrían aprender, quizás si preguntaban a  aquellos que sabían.
Decidieron  preguntar  a su amigo ARKAD, que se decía que era el hombre más  rico de babilonia,  que  aseguraban  que el rey buscaba su consejo  en asuntos del Tesoro Real. Este hombre era muy rico y siempre llevaba consigo mucho dinero, este recomendaba que debía tenerse un ingreso  que se mantuviera  fluyendo, sin importar si descansaba  o se hallara de viaje  e incluso mientras dormía; y ARKAD  tenía este tipo de ingreso  que le mantenía la billetera llena sin importar cuán liberalmente gastaba.
Comprendieron que la razón de que nunca encontraron riqueza, era que  no la buscaban. Y que habían tenido éxito en aquellas cosas que se habían esforzado por aprender, al fin vieron una luz  que brilla como la del sol al amanecer. Entendieron que tenían que aprender más, para poder prosperar más. Y con esta nueva comprensión  encontrar medios honorables para alcanzar  sus más anhelados sueños.