miércoles, 17 de abril de 2013

Las cosas que NADIE te dijo que pasarían al empezar a trabajar



Las cosas que NADIE te dijo que pasarían al empezar a trabajar

Administrar tu tiempo, no tener mucha vida social y cuestiones monetarias son algunos de los problemas a los que se enfrentan las personas que han decidido estudiar una carrera y ejercerla
Existe una gran diferencia entre tener un trabajo y ejercer una carrera, pues ser un profesionista no sólo significa tener un título y una mejor paga.
Es verdad que durante todo el tiempo que estudias, tus profesores te instruyen acerca de todo lo relacionado con la carrera que decidiste cursar. Ellos te dicen cómo ser un buen abogado, dentista, doctor, periodista, diseñador, ingeniero, etc., pero el problema está en que sólo te enseñan la teoría y no la práctica.
Nadie te orienta en cómo será aplicar esos conocimientos teóricos en la vida real, cuando ya estés ejerciendo tu profesión... Como dicen la frase: "Nadie experimenta en cabeza ajena", y la experiencia la tomarás cuando comiences a trabajar...
Al ejercer tu profesión, te enfrentarás a muchas situaciones que son completamente desconocidas para ti, y que nadie te advirtió que tendrías que enfrentar. Es por ello que De10.mx, con información del sitio cracked.com, hace un recuento de las cosas que nadie te dijo que sucederían si decidías estudiar una carrera.
El tiempo. Cuando uno comienza a trabajar en algo relacionado con la carrera que estudió, también empieza el calvario de administrar el tiempo, ya que en un principio, con la intención de aprender más rápido tus funciones así como para quedar bien con el jefe, te quedas más tiempo del estipulado en tu contrato; pero eso no está mal, lo peor viene cuando te das cuenta que va pasando el tiempo y tú sigues saliendo tarde debido a tus labores, que para ti no sólo es un trabajo, sino que es tu forma de vida.
Y es que las personas que laboran sólo con el objetivo de ganar dinero para vivir no tienen ese problema, ya que respetan su horario establecido y pase lo que pase ellos saldrán a su hora; en cambio un profesionista está comprometido con su trabajo, ya que se plantea metas a alcanzar y entre más va escalando jerarquías sus responsabilidades aumentan y el tiempo que invierte también.
Aquí entra otro problema con el tiempo, pues en la oficina desde tu secretaria y en general, todo tu equipo de trabajo, exige de tu tiempo para poder solucionar algunos asuntos; y de hecho, hay veces que hasta te cuesta hacer espacio para asistir a reuniones personales con amigos o familiares. Tus horas están contadas y cualquier contratiempo altera la distribución de tus compromisos.


Adiós pasatiempos. Precisamente, al ser un trabajador normal, con un horario inmovible, te das el lujo de estableces horas para jugar Xbox, asistir a una clase de yoga y hasta para perder el tiempo descansando en tu cómodo sillón viendo tu programa favorito.
Sin embargo, al ser un profesionista, las cosas cambian. Tus prioridades son otras, mismas que en muchas ocasiones no te dejan espacio para tener pasatiempos, por ejemplo, si antes te dabas tiempo para ir al nadar por las tardes, andar en bicicleta o tomar clases de baile, ahora ya no tienes una hora de salida específica, pues si sale algo urgente o un nuevo proyecto, el tiempo en el trabajo se alargará, por lo que es muy complicado planear realizar alguna actividad como ir al gimnasio, asistir a una clase de macramé, o algo similar.
Finanzas personales. En la universidad no existe un maestro que te explique cómo es que en tu época de estudiante, con los pocos pesos que te daban tus papás, te alcanzaba para ir a la escuela, comer y hasta para irte de fiesta con tus amigos. Pero en el momento en el que inicias tu vida laborar y recibes más dinero, comienzas a darte gustos que antes no podías, sin embargo, con el paso del tiempo te das cuenta que tu sueldo no es suficiente para cubrir tus gastos, pues ya sacaste una tarjeta de crédito, te fuiste a vivir solo, te casaste...
Por lo que tienes que hacer una revisión de tus finanzas personales, para poder acoplar tus ingresos con tus gastos, y así no verte en aprietos o en la quiebra. Pero esto es parte del proceso de volverte independiente, y en el que tienes que aprender a manejar tu dinero.
Cuando no estás, el trabajo se viene abajo. Cuando obtienes un rango en el que tienes a tu cargo varias divisiones o empleados, y por cuestiones imprevistas tienes que faltar al trabajo, tus subordinados se sienten más relajados, pero al mismo tiempo su productividad baja debido a que no hay nadie que esté vigilando que las cosas se lleven acorde al proceso que ya se ha establecido.
No significa que seas indispensable en la empresa, pero sin duda, tu trabajo mantiene un orden y al no estar presente, éste puede empeorar; pero lo peor, es que a tu regreso tendrás que enfrentar ese caos.
La gente piensa que eres infeliz. Debido a tus horarios complicados, la carga de trabajo que siempre dices que tienes, tus mínimos tiempos libres, el constante estrés en el que encuentras, y más... la gente a tu alrededor asume que tu vida no es "color de rosa", de hecho, llegan a pensar que en realidad eres muy infeliz con tu empleo.
No obstante, es verdad que tu vida tiene estrés, mucho trabajo, poco tiempo para vida social, pero al final de cuentas tú decidiste estudiar esa carrera y ejercerla, por lo que tu profesión es parte fundamental de tu vida y te sientes vivo y bien al estar laborando en base a ella. Además, nadie te está obligando, no trabajas con una pistola en la cabeza y si tú lo decidieras podrías cambiar de trabajo.


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