jueves, 18 de abril de 2013

Planificar un Presupuesto Personal

Planificar un Presupuesto Personal

Planificar un Presupuesto Personal
Establecer diferentes categorías para el uso de nuestro dinero nos facilita administrar efectivamente el flujo de efectivo y mantener más dinero para invertir y asegurar nuestra libertad financiera. Muchos hemos intentado presupuestar y establecer categorías financieras que eran demasiado complicadas de seguir cuando había problemas o poco tiempo libre para adiministrarlas. En esta entrada te mostraré cuatro sencillas categorías de gastos personales que puedes utilizar desde ahora para lograr tus objetivos financieros.

Las cuatro categorías de nuestras finanzas personales
Seguramente has visto presupuestos en hojas de cálculo interminables y que contienen numerosas categorías de gastos personales. El problema de estas es que son demasiado complejas para vivir con ellas, le quitan la diversión a la vida. Te puedes convertir en un experto en el proceso de realizar presupuestos, pero te involucran tanto en categorizar y dividir tus gastos que puedes perder de vista la intención inicial de hacerlos. Cuando se trata de tener éxito en el manejo de tus gastos personales lo mejor es mantener las cosas simples. Te presento las cuatro categorías de uso de nuestras finanzas personales que considero las más básicas cuando se trata de administrar nuestro flujo de efectivo:
  1. Gastos: Representa los gastos de vivienda, alimento, transporte, etc.
  2. Donación: Es el dinero que otorgamos a una institución religiosa, a una fundación, a los que no tienen hogar, etc.
  3. Reservas: Aquí colocamos el dinero que juntamos para futuras compras, y emergencias de falta de trabajo o salud.
  4. Inversión: Todo el dinero destinado a inversiones financieras, en bienes raíces y negocios.
Cada gasto que haces puede caber dentro de una de estas cuatro categorías. Al mantener un registro de tus gastos en estas áreas y planificar tu flujo de efectivo de acuerdo a ellos, te será más fácil mantener el control de tu vida financiera. Ahora veremos una manera sencilla de gestionar estas categorías.
El orden de las categorías es la clave
Hacer que las cuatro categorías del uso de nuestras finanzas personales funcionen es cuestión de asignar nuestro ingreso disponible de acuerdo a nuestras prioridades. He aquí un ejemplo:
  1. Donación: 5%
  2. Reservas: 10%
  3. Inversión: 15%
Una vez establecida la prioridad de estas tres categorías, el restante 70% suele ser más que suficiente para pagar tus gastos. Por supuesto, esto puede ser difícil de creer si has estado viviendo "ajustado" a tu paga, pero inténtalo por un mes. Si logras administrar tus gastos de acuerdo a las categorías anteriores, tendrás más control del dinero y obtendrás más valor del mismo.

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