miércoles, 8 de mayo de 2013

EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA 4 (CONTINUACION)



Si usted tiene la inteligencia de apresar la verdad que hay en este libro. Una parte de todo lo que ganes es tuya para ahorrar.
No deberá ser menos de una decima parte, no importa que tan poco ganes. Puede ser tanto como tú te lo puedes permitir. Págate tu primero. No compres del sastre y del zapatero más de lo que puedes pagar del resto, y todavía deja suficiente para comida, caridad y penitencia para Dios.
Y agrego:
La riqueza, como un árbol. Crece de una pequeña semilla. La primera moneda que ahorras  es la semilla  de la cual tu árbol de riqueza crecerá. Y entre más fielmente  lo nutra y lo riegues con constantes ahorros, mas pronto podrás descansar plácidamente bajo su sombra.
Y diciendo eso, tomo sus tablillas y se alejo
Pensé mucho acerca de lo que me había dicho, y me pareció razonable. Así que decidí intentarlo. Cada vez que se me pagaba tomaba una de cada diez monedas de cobre y la escondía. Y extraño como podría parecer, no estaba más corto de fondos que antes. Note poca diferencia a medida que  conseguía pasármela sin ella. Pero a menudo estaba tentado conforme mi caudal comenzaba a crecer, de gastarlo en alguna de las buenas cosas que los comerciantes exhibían, traídas de muy lejos. Pero sabiamente me reprimí.
Pocos meses después, Algamish regreso  y me dijo:
-Hijo.  ¿Te has  pagado  a ti mismo no menos de una decima parte de lo que has ganado el año pasado?
Yo conteste orgullosamente:
-Sí, maestro, así lo he hecho.
-Eso está muy bien- me contesto alegremente. ¿Y qué has hecho con ello?
Se lo he dado a Azmur, el fabricante de ladrillos, quien me dijo que, estaba viajando por los lejanos mares y que en Tiro el me compraría joyas raras de los fenicios. Cuando regrese las venderemos a un alto precio y dividiremos las ganancias.
-Cada tonto debe aprender-gruño- Pero ¿Por qué confiase en el conocimiento de un ladrillero acerca de joyas? ¿Irías con el panadero para preguntarle acerca de las estrellas?
No, por mi túnica, irías con el astrologo, si tuvieras el poder de pensar. Tus ahorros se fueron, joven. Has arrancado de raíz tu árbol de la riqueza. Pero planta otro. Inténtalo de nuevo. Y la próxima vez  si quieres consejo acerca de joyas, ve con el joyero. Si quieres saber la verdad acerca  de las ovejas, ve con el pastor. El concejo es una cosa que se da gratis, pero observa de tomar solamente el que vale la pena. El que toma consejo acerca de sus ahorros de uno que es inexperto en tales asuntos, pagara con sus ahorros para probar la falsedad de sus opiniones.
Diciendo esto se alejo
Y fue como el dijo, pues los fenicios eran sinvergüenzas y vendieron a  Azmur cuentas de vidrio sin valor que se veían como gemas. Pero- como Algamish me había dicho- otra  vez ahorre la decima parte, pues ahora había formado el habito y ya no me resulto muy difícil.
Otra vez, doce meses más tarde, Algamish llego al cuarto de los escribientes y se dirigió a mí:
-¿Qué progresos has hecho desde la última vez que te vi?
-Me ha pagado fielmente- le conteste- y mis ahorros los he confiado a Agger, el fabricante de escudos, para comprar bronce, y cada cuatro meses me paga los intereses.
-Eso está muy bien. ¿ Y qué haces con los intereses?
-Me doy un gran festín con miel, buen vino y pastel de especies.
También me compre una túnica escarlata. Y algún día me comprare un burro joven sobre el cual montare.
De lo cual Algamish  se rio:
-Tú te comes los hijos de tus ahorros. Luego ¿Cómo esperas que ellos trabajen para ti? Primero consigue un ejército de esclavos dorados y luego muchos ricos banquetes podrás disfrutar sin remordimiento.
Y diciendo esto otra vez se fue.
No lo volví a ver durante dos años. Cuando retorno, su cara estaba llena de profundas arrugas  y sus ojos hundidos, pues se estaba haciendo muy anciano. Me dijo:
-Arkad ¿ya has conseguido la riqueza que soñabas?
Yo conteste:
-Todavía no toda  la que deseo; pero tengo algo y ella gana más, y sus ganancias ganan más.
-¿Y todavía tomas consejos de ladrilleros?
-Referente a fabricar ladrillos, me dan muy buenos consejos-conteste.
-Arkad- continuo-, has aprendido tus lecciones muy bien. Primero aprendiste a vivir con menos de lo que ganas. Después aprendiste a buscar consejo de aquellos que son competentes, a través de su propia experiencia, para dártelo. Y últimamente has aprendido a hacer que el oro trabaje para ti. Has aprendido por ti mismo como conseguir dinero, como conservarlo y como usarlo. Por lo tanto, eres competente para una posición  responsable. Me estoy haciendo viejo. Mis hijos piensan solamente en gastar y nada de ganar. Mis intereses son grandes y temo que no los podre cuidar. Si tú fueras a Nippur y cuidaras mis tierras allí, te haría mi socio y compartirías mis terrenos.
ANALIZA TU VIDA Y PREGUNTATE SI NO HAY ALGO FAMILIAR CON ESTA HISTORIA..

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