viernes, 17 de junio de 2011

LA MENTALIDAD DE UN EMPRENDEDOR

Sin restar importancia a todo lo que una persona debe considerar y aprender si desea desarrollar un negocio, creo que, uno de los aspectos más descuidados por quien desea iniciarse como emprendedor es, su mentalidad.
Quizá, haya quien piense que exagero, siendo así, quiero preguntarte: ¿Por qué entonces, aún teniendo la habilidad y la experiencia, un alto porcentaje de la gente que ha decidido iniciar un negocio suele fracasar?
Aunque varios pueden ser los factores que generan “su fracaso”, en mi opinión, mucho tiene que ver con su mentalidad, porque es ahí donde se generan nuestras acciones y nuestras emociones, y de ellas dependen nuestros resultados.
Intentaré explicarte:
Si bien es cierto, hay quien tiene la habilidad natural para emprender y lo hace con éxito, no todos nacemos o hemos desarrollado esa habilidad. Sobre todo, si consideramos que hemos sido educados en un mundo en el que se valora y se premia al que sigue instrucciones, “acepta” lo establecido y respeta normas, lo que no es necesariamente malo, pues te permite desempeñarte satisfactoriamente cuando te integras al mundo laboral.
El problema de ello, es que sin darnos cuenta, generalmente, tiende a inhibir la iniciativa e impide el desarrollo de las habilidades que debe poseer un emprendedor.
Desarrollar un emprendimiento implica “aventurarse” y enfrentar una serie de situaciones que no todos son capaces de manejar exitosamente y es esta, la causa de que muchos fracasen.
Un emprendedor debe tener fortaleza mental y emocional para desarrollar su proyecto y ser capaz de sobre ponerse a los momentos difíciles que habrán de surgir durante el proceso de iniciar y hacer crecer su negocio. Por esa razón, quien desea iniciarse como emprendedor y desarrollar un negocio, entre otras cosas debe:
• Atreverse a tomar decisiones, lo que no siempre resulta fácil para quien ha aprendido a esperar y seguir órdenes, pues generalmente experimentará la duda de que su decisión sea la correcta y eso, lo frenará.
• Saber “convivir” con la incertidumbre, algo que a la mayoría de las personas se les dificulta pues están habituados a la seguridad y la incertidumbre les resulta amenazante.
Las “caídas” o contratiempos son lugar común en el proceso de iniciar y hacer crecer un negocio, por esa razón, es de vital importancia desarrollar la capacidad para levantarse y retomar el camino.
• Creer en sí mismo y en el proyecto que se ha emprendido sobre todo al principio o cuando las cosas no marchan bien, momentos en los que es común que, aquellos a quienes tenemos cerca, tenga un “buen consejo” para nosotros o desee hacernos desistir “por nuestro bien”.
Tener la habilidad para mantenerse motivado y enfocado en tu objetivo a pesar de lo que pueda salir mal o de que los “grandes resultados” no lleguen “rápido”.
• Tener visión a largo plazo y habilidad para postergar las recompensas, cuando es necesario, en aras de un mejor resultado. Cuando estas no se poseen, es común que cualquier emprendimiento termine por fracasar.
Estas, son sólo algunas de las habilidades que alguien que desee desarrollar un negocio debe poseer, si desea hacerlo en forma exitosa. (Próximamente abordaré cada uno de esto temas por separado)
Tal vez haya quien dude de lo que he dicho hasta aquí, pero me gustaría que reflexionarás en lo siguiente: ¿que hace que una persona aún teniendo preparación y experiencia, no logra destacar ni desarrollarse como emprendedor, mientras que otra persona aun sin una “sólida preparación”, es capaz de construir un negocio y hacerlo crecer hasta alcanzar el éxito?
Ahora bien, como lo señale en un principio, no todos nacen con, o han desarrollado, estas habilidades. Desafortunadamente, cuando alguien decide iniciar un negocio, un emprendimiento, son pocos los que se interesan y se ocupan en trabajar y desarrollar estas habilidades, las cuales son producto de tu mentalidad, nacen de tus procesos mentales. La seguridad o la duda, la confianza o el miedo, el entusiasmo o el desanimo y la falta de motivación, nacen en tu mente.
Por esa razón, si estas desarrollando un emprendimiento o están pensando hacerlo y quieres lograr en resultados realmente significativos y alcanzar el éxito en tu negocio, te sugiero -si lo crees pertinente- que comiences a trabajar para fortalecerte mentalmente, para cambiar tu mentalidad. Pues si en verdad quieres ser un empresario -un emprendedor- lo primero que tienes que hacer, es comenzar a pensar como tal y dejar de pensar como un empleado. Aunque finalmente, eres tú quien ha de decidir cómo quiere vivir.
Recuerda: Actuamos en función de lo que pensamos. Así es que, déjame preguntarte: ¿Tú, cómo piensas?
Escrito por Guillermo Erazo.

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